sábado, 10 de enero de 2015

EL GOBIERNO DE LÁZARO CÁRDENAS Y LA EDUCACIÓN SOCIALISTA

EL GOBIERNO DE LÁZARO CÁRDENAS Y LA EDUCACIÓN SOCIALISTA
 1934 -1940


El cardenismo trató de reconstruir el pensamiento nacional, que se desmoronó durante la guerra civil de principios de siglo, y desde la escuela socialista se aspiró a elevar las condiciones de vida de los trabajadores y aumentar el bienestar del pueblo. La pedagogía del socialismo en México fue recibida con agrado por muchos, ya que le apostaba a atender la necesidad de educar a un pueblo que carecía de cultura. Empezando con la alfabetización en el proletariado; brindándoles mayores servicios a los hijos de trabajadores y campesinos.

El final del maximato y el exilio de Calles dejaron una nueva política, misma que evocaría a una disciplina de izquierda, el socialismo. Lo ocurrido en la URSS fue un ejemplo a seguir por parte del nuevo gobierno mexicano, adecuando la perspectiva socialista a las condiciones del país y su consiguiente impulso a todos los sectores que lo conformaban, tanto el campesino como el obrero fueron tomados en cuenta, ya que todos los grupos sociales estuvieron ligados a los mismos derechos y necesidades.

La educación se destacó nuevamente, la cual habiendo tenido constantes tropiezos desde la fundación de la sep trató de reivindicarse con el pueblo. En el nuevo periodo se debía de cumplir el principal fundamento que anteriormente se había olvidado, la alfabetización. El proyecto desarrolló un sistema educativo con fines lucrativos entre el gobierno y el pueblo, representado en el discurso del primer secretario de educación cardenista, Ignacio García Téllez quien afirmó que la educación se encauzaría hacia las clases campesinas y obreras, vinculada con los problemas del medio, las necesidades y aspiraciones de las agrupaciones proletarias y acorde con los progresos de la técnica para la socialización de la riqueza, para que la nueva escuela se convirtiera en capacitadora de trabajadores manuales e intelectuales. La escuela socialista aspiró a elevar las condiciones de vida de los trabajadores, a aumentar el bienestar del pueblo.

La pedagogía del socialismo en México fue recibida con agrado por muchos, ya que empeñaba la necesidad de educar a un pueblo que carecía de cultura. Empezando con la alfabetización en el proletariado; brindándoles mayores servicios a los hijos de trabajadores y campesinos. Las famosas misiones culturales seguirían estando en pie, ahora con una mayor determinación de llevar la educación a pueblos campesinos, comunidades indígenas, etc. Se buscaba desarrollar una responsabilidad moral en el maestro rural, permitiéndole fomentar la educación y la integración del país en los niños campesinos. Mostrando que los campesinos merecían mejores condiciones, por lo tanto se capacitaron maestros para impartir clases en las zonas rurales.

En el socialismo se trató de reconstruir el pensamiento nacional, mismo que se desmoronó durante la guerra civil de principios de siglo. El sentimiento por la nación emanado por el estado, tuvo sus cimientos en dicha ideología. Buscar nuevamente la unificación social fue una tarea a la que se le apostó mediante la formación en las aulas. Aclarando que el enfoque de análisis educativo no tomaría los referentes históricos de los héroes de la independencia y la revolución. Al contrario se trataría de unir a la causa a aquellos subalternos que participaron en ambas guerras.

Las herramientas ejemplares utilizadas en ésta nueva dinámica fueron los libros de texto, los que contenían en sus capítulos mensajes e información alusiva a la doctrina marxista. Otro tipo de aprendizajes como la música y las artes van a enfocarse en tal fundamento cotidianamente. Los libros de texto dejaron de centrarse en la clase media urbana para retratar la vida de las familias campesinas y de la clase trabajadora. La música y las artes plásticas captaban una historia popular de lucha y reflejaban la cultura de la vida cotidiana. Los corridos que relataban el heroísmo de Zapata y los dramas de los obreros en huelga se difundieron entre los maestros y se hicieron presentes en los festivales patrióticos, al igual que numerosas danzas indígenas y folclóricas.

Tal aportación especifica la manera de difundir que se le otorgó a la educación en México manejando aspectos cotidianos. Las clases populares también tuvieron su visión del aprender, una que no era con libros y ciencias, sino de movimientos sociales a través de la música. La educación socialista agregó tales aspectos de folclor a las clases de primaria; asunto que en los planes de estudio posteriores desaparecería. El mecanismo utilizado en el cardenismo, retomó la promoción de sentimientos socialistas como la fraternidad, el patriotismo, el amor, el optimismo y la igualdad. Mismos que se hicieron presente tanto en la sociedad como en la educación. Por otro lado las materias de historia y valores reunieron numerosos temas afines a la estabilidad social, la economía; sin olvidar la incorporación de las clases populares al pasado mexicano. Representado en un principio por el caudillo del sur, Emiliano Zapata agregaron a esta lista las víctimas de Tomóchic, Cananea y Río Blanco.

El peso de la clase popular en los planes de estudio fue sinónimo de motivación al incorporar a los numerosos grupos que anteriormente eran relegados no sólo de su labor económica, sino de su pasado también. Los obreros, campesinos e indígenas fueron tomados en cuenta para formular un nuevo sistema educativo. Las propuestas fueron prometedoras pero la realidad social era otra; ya que no todos en el país se encontraban conformes con la propuesta educativa de Cárdenas.

Los primeros opositores fueron los mismos a los que se enfrentó Vasconcelos y Calles en su momento. El laicismo persistente se intensifico en mayor medida durante el cardenismo. La iglesia católica mexicana no toleraría otra doctrina que la desplazara de una herramienta tan sofisticada como lo es la educación. Ya sea por medio de la persuasión de los padres de familia, intelectuales o círculos de derecha, el clero no perdería su prestigio ante nada. La elite nacional y las potencias extranjeras no permitieron la entrada de una potencia socialista americana, ya que se encontraron en juego sus intereses monetarios en México. Al final, el camino del socialismo mexicano significó mucho, tuvo propuestas interesantes, abrió nuevos panoramas teóricos que aportaron tendencias educativas entre el gobierno y el proletariado. Pero la lucha incansable por evitar el gobierno de izquierda en el poder generó constantes tumultos dentro de la sociedad. Al final el socialismo educativo en México fue desplazado como sus predecesores.
 
 

EDUCACIÓN PÚBLICA Y PRIVADA

EDUCACIÓN PÚBLICA Y PRIVADA

Se denomina educación pública al sistema nacional educativo de cada país que comprende la planificación, supervisión o ejecución directa de planes de estudio y educación escolarizada de diversos niveles académicos. La educación pública queda a cargo del gobierno quien llega a proporcionar la planta física y docente, y hasta materiales didácticos, para la realización de los estudios.


La educación privada es aquella que se imparte en colegios o academias administrados por personas o instituciones que no dependen del funcionamiento del departamento de educación.


La educación privada en México se inicia desde tiempos de la colonia cuando los llamados preceptores se ocupaban de la educación individual de niños, niñas y jóvenes. Si bien desde los albores del siglo XVI existió en la Nueva España la preocupación por educar, no fue sino hasta principios del XVII cuando esta actividad fue normada por el gremio de maestros y por el ayuntamiento, de modo que las escuelas de primeras letras funcionaron bajo la jurisdicción de la corona española.



A partir de la expedición de la cortes de cádiz en 1812 la vigilancia sobre la educación quedó en manos del ayuntamiento. Esta misma distribución de la responsabilidad educativa se continuó en las constituciones estatales del México independiente promulgadas entre 1824 y 1827, lo que supone, por tanto, una larga tradición e vigilancia sobre todos los aspectos de la vida educativa, incluyendo a las escuelas particulares, cuyos dueños y clientela se encargaban de cubrir los gastos.


La independencia no interrumpió la continuidad del proceso de reforma de educativa que promovieron la cortes de cádiz, ni tampoco frenó otros proyectos como la creación de un plan de enseñanza pública general y la formación de un órgano estatal que centralizara y organizara las actividades en este ramo. Esto se explica en tanto que esas tareas estaban encaminadas a dar cohesión y sentido a la nueva nación y con ello a legitimar su permanencia.


En el mundo hispánico la educación encontró su razón de ser en la tradición católica, lo que le imprimió su carácter de unidad ideológica y cultural. En el México independiente, si bien el proceso de secularización había conducido a que el estado asumiera casi toda la responsabilidad educativa, no con ello se pensó en relevar por completo a la Iglesia de sus funciones docentes. Bajo la vigilancia de los órganos estatales, se insistió que debería continuar desarrollando tareas educativas para cubrir la demanda de las escuelas de primeras letras. Entre 1786 y 1817 se habían expedido decretos que exigían a la Iglesia que cumpliera con su obligación de abrir escuelas gratuitas de primeras letras, (llamadas desde tiempo atrás "escuelas pías"), no sólo en los conventos, sino en cada parroquia. El interés del ayuntamiento era obvio, pues a través de esta instancia, la Iglesia ofrecía educación gratuita a los niños sin recursos.


La exigencia de que la Iglesia participara en la educación como parte del proyecto de instrucción pública fue una idea permanente en los inicios del siglo XIX, que se dejó ver en los planes y reglamentos de la época. Se especificaron los límites de la educación particular en el "reglamento general de instrucción pública" expedido por las cortes españolas el 29 de junio de 1821, el cual tuvo gran influencia sobre los planes educativos del México independiente. Las escuelas particulares gozaron de una libertad condicionada, ya que desde un principio se les fijaron ciertas restricciones. En el proyecto del reglamento general de instrucción pública de 1823 se decía que "todo ciudadano tiene facultad de formar establecimientos particulares de instrucción en todas las artes y ciencias, y para todas las profesiones, pero el estado se reservaba la autoridad de supervisar y asegurarse de que los maestros de estas escuelas tuvieran las aptitudes y preparación necesarias para la enseñanza". 


Efectivamente la libertad educativa consistía entonces en que los maestros de las escuelas particulares no tuvieran que ser examinados, lo que sí sucedía con los maestros del ayuntamiento, aunque el estado se encargaba de que los maestros particulares observaran las reglas de la buena policía pusieran la mayor vigilancia para que las máximas y doctrinas que enseñen sean conformes a la constitución política de la nación, a la sana moral. Desde entonces no hubo duda de que el estado velaría porque la educación se ajustara a lo que éste consideraba "buena policía", y a los principios emanados de la constitución y calificaría la pertinencia de los maestros según los límites fijados en la ley. Las reformas llevadas a cabo por Valentín Gómez Farías en 1833 reiteraban la obligación que tenía la Iglesia para abrir escuelas de primeras letras en parroquias y casas de religiosos haciendo hincapié en que tenían que ser gratuitas, razón por la cual formaban parte del sistema público de educación.


El concepto de educación particular empieza a adquirir sentido más por razones de pertenencia a un estrato social determinado que sólo por cuestiones ideológicas. Los maestros particulares, que daban clases de baile, música o dibujo a domicilio y que siempre habían existido así como los ayos, dedicados a la educación de niños de la aristocracia dentro de sus propios hogares, hacia 1830 empiezan a abrir escuelas reforzadas con la llegada de maestros franceses para un alumnado capaz de sostenerlas, sin recibir ningún subsidio del gobierno. Estos establecimientos se consideraron entonces como escuelas privadas, en tanto que las de la compañía lancasteriana y las de los conventos y parroquias eran gratuitas y por lo tanto públicas. Esta distinción económica no las excluía de la vigilancia del estado, en el sentido de que no podían enseñar nada contrario a la moral ni a las reglas del gobierno.


En las primeras leyes de instrucción pública, tanto de liberales como de conservadores, se insistió en la libertad de enseñanza entendida en formas distintas. En los debates constitucionales de 1857 se percibió ya la conciencia de que el medio para romper el poder ideológico de la Iglesia no era mediante el fomento a la enseñanza privada, sino al contrario, con el fortalecimiento de la instrucción pública.


La paulatina pero creciente secularización que se fue operando en consonancia con las ideas liberales del siglo XIX minó el consenso católico, es decir, se redujeron los espacios del culto, y se amplió el terreno de la vida secular. A partir de ese momento, existió de parte de quienes defendían ideas distintas, la necesidad de crear generaciones nuevas que reprodujeran y defendieran los diferentes puntos de vista. Desde tiempos de la república restaurada, la escuela católica se traduce como escuela privada, en oposición potente a la de gobierno y a las políticas apoyadas por el positivismo y la indiferencia religiosa del ayuntamiento. Estas escuelas estaban inmersas dentro de una cultura que privilegiaba el conocimiento de la doctrina cristiana como único medio de asegurar la sobrevivencia moral de la sociedad, y como único medio de normar las relaciones dentro de la familia. La escuela particular en México adquirió desde entonces el sentido que tiene actualmente, de ser una opción a la escuela estatal, donde las políticas oficiales pueden ser cuestionadas y aún combatidas. La escuela católica surgió como un lugar donde se rechazaron las leyes de reforma, donde se criticaron violentamente las políticas anticlericales del gobierno, pero sobre todo como un espacio donde podrían reproducirse los valores y las tradiciones católicas. En los años del porfiriato la Iglesia y el estado mantuvieron la confrontación iniciada en el siglo XIX por el poder sobre la orientación y la dirección de la educación. Sin embargo, Díaz no pretendía tener al clero por enemigo; por el contrario, buscó su alianza, aunque sin modificar las leyes de reforma; al triunfo de los liberales, decidió seguir una política de condescendencia y tolerancia con la Iglesia que le permitió alcanzar la paz. Gracias a esta postura del dictador, la Iglesia se reorganizó y obtuvo los espacios suficientes para intervenir en la educación.


La ideología educativa oficial no logró ocultar las continuas concesiones a la escuela confesional, como lo demuestra la creación de nuevas diócesis, de nuevos conventos para hombres y para mujeres, el gran número de órdenes religiosas que llegaron a México a fundar sus escuelas, que con las ya establecidas, funcionaron sin ningún problema por parte del estado. Los ataques desde el seno de la Iglesia contra el régimen no descalificaban la dictadura, sino la filosofía positivista, atea, que la permeó. Los liberales continuaron sus esfuerzos para evitar que la educación siguiera en manos de la Iglesia, pero la tolerancia de don Porfirio le concedió una posición de privilegio. Gran parte de las primarias particulares dependían de las parroquias o de maestros muy acreditados en las localidades, escuelas pequeñas pero con prestigio social. Las preparatorias (que incluían tanto a la secundaria como a la preparatoria propiamente dicha), dependían en su mayoría de los seminarios diocesanos. El crecimiento de la educación confesional fue considerable en la época porfirista; sin embargo, la política planificadora del secretario Joaquín Baranda mantuvo el predominio del estado y sus escuelas sobre la iniciativa privada; en l888 se promulgó la ley de enseñanza obligatoria, aunque sólo el 33% de los niños acudían a la escuela primaria. Los datos sobre las escuelas son contradictorios, aunque todos coinciden en señalar un predominio de las oficiales. Moisés González Navarro, basándose en un informe de la época, afirma que las escuelas del estado representaban el 77% del total, dejando el restante 33% a las escuelas particulares. Consideraba que en l910 acudían a las escuelas oficiales 733 247 niños en tanto que a las particulares iban 167 756, un 22.8%. Otros datos señalan que las escuelas particulares eran entonces 2,230, (el l8.7% del total); en tanto las oficiales eran 9,710, (el 81.3%). Para el Distrito Federal se habla del funcionamiento de 238 escuelas privadas con una asistencia de 12 287 alumnos, en tanto que las oficiales eran 390, con 51 555 alumnos. La sociedad porfiriana se encontraba polarizada; por un lado la inmensa mayoría de la población, de extracción rural vivía en condiciones de supervivencia, y por otro, un pequeño sector era dueño de un gran poder económico que buscaba en la educación algo más de lo que ofrecía la escuela oficial. Como señala Pani "las familias ricas tenían repulsión por las escuelas oficiales" y por ello buscaron la creación de las escuelas del clero, o de las escuelas para grupos de extranjeros que también anhelaban una educación diferente. La paz porfídica permitió, en los inicios del siglo XX, el advenimiento de muchos grupos de religiosos y religiosas que abrirían las puertas de sus escuelas para convertirse en las escuelas particulares de mayor prestigio en el país. Lasallistas, jesuitas, maristas, salesianos, religiosas de la enseñanza, josefinas, religiosas del sagrado corazón, hermanas de la caridad del verbo encarnado, teresianas, ursulinas, salesas, esclavas del divino pastor, entre otras. Un número muy considerable de escuelas confesionales se abrieron en muy poco tiempo. No existen datos precisos sobre este punto ya que las escuelas no tenían que manifestarse como religiosas o no, y tampoco se hacían encuestas periódicas y confiables. Sin embargo se puede afirmar que hubo un aumento de la educación privada a finales del porfiriato de escuelas que demostraron tener un gran arraigo en la población.


La revolución trajo consigo infinidad de cambios en las instituciones y en la vida general del país. Las escuelas particulares sufrieron pocos trastornos en los primeros tres años del movimiento, ya que el régimen maderista fue moderado en su trato con las instituciones educativas y no intervino en el funcionamiento de las escuelas confesionales.


El año de l9l4 marcó una fecha definitiva en cuanto a la vida de los colegios particulares, fundamentalmente los católicos. Fue sin duda su año más difícil durante la etapa revolucionaria. Diferentes facciones, algunas anticlericales, acusaron a los religiosos, no sin razón, de apoyar al régimen de Victoriano Huerta, por lo que intensificaron la persecución de sacerdotes y montaron una campaña en contra de las escuelas que éstos dirigían; la lucha fue enconada, por lo que muchos planteles cerraron durante algunos años o desaparecieron definitivamente. Hay quienes aseguran que en ese año todos los colegios sufrieron la clausura de sus actividades a mano militar. Cuando la revolución armada llegó a su fin, el país entró en un período de reconstrucción que no sería fácil. Al quedar Venustiano Carranza como jefe supremo de la nación convocó el l4 de septiembre de 1916 al congreso constituyente donde presentó un proyecto de constitución que mantenía muchos de los principios liberales de la anterior carta magna de 1857. El proyecto, de tendencia conservadora, no agradó a la mayoría parlamentaria, a la que pertenecía el nuevo sector liberal triunfante en la lucha revolucionaria, el cual más que un cambio en el aspecto de organización política, buscaba una transformación económica y social. 


En materia de educación, el proyecto carrancista proclamaba que la enseñanza sería laica en establecimientos oficiales, y gratuita la primaria elemental y superior impartida en ellos. Este artículo sostenía el laicismo sólo para las escuelas dependientes del gobierno; las instituciones particulares quedaban en entera libertad de acción y el estado no tenía derecho de intervenir en las políticas educativas de éstas. La redacción del artículo educativo, tal y como lo proponía Carranza, favorecía sin duda a los católicos y a sus escuelas, pues les permitía buenos espacios para su funcionamiento. Este era el texto de dicho artículo: Habrá plena libertad de enseñanza, pero será laica la que se dé en los establecimientos oficiales de educación y gratuita la enseñanza primaria y elemental que se imparta en los mismos establecimientos. 






Sin embargo, la iniciativa no fue aceptada por el constituyente, que buscaba un cambio sustancial sobre todo en lo relativo a cuestiones religiosas; por consiguiente, optó por el proyecto de la comisión encargada de la redacción del artículo tercero. Esta propuso extender el laicismo a las escuelas particulares de educación primaria, así como prohibir a miembros de asociaciones religiosas establecer, dirigir o impartir enseñanza en los colegios. La nueva reglamentación propuesta recogía algunas de las disposiciones ya puestas en práctica en artículos constitucionales previos y en decretos estatales anteriores; con ella el estado adquiriría control político e ideológico sobre la educación al tiempo que limitaba la acción del clero en la materia.

PROCESOS DE ESCOLARIZACIÓN Y EL LAICISMO EN LA EDUCACIÓN

PROCESOS DE LA ESCOLARIZACIÓN


 
PROCESO DE ESCOLARIZACIÓN EN EL PERÍODO COLONIAL
El primer proceso de escolarización data aproximadamente del año 1518 el cual tuvo carácter parroquial, teniendo como centro de atención a los indios más inteligentes, quienes a su vez tenían la obligación de transmitirlo a sus congéneres. En ésta época la educación era casi nula e inexistente, no todos tenían acceso a la educación, excepto a la parroquial y a la escasa orientación familiar; ésta significa que dicha acción educadora, no era un verdadero sistema estructural realizándose una labor empírica dirigida a cubrir las condiciones precarias de la población escolar existentes.
 
PROCESO DE ESCOLARIZACIÓN EN DURANTE EL SIGLO XIX
Instalar escuelas en México, durante el siglo XIX, fue un largo y penoso proceso de esfuerzos y retrocesos, las primeras escuelas y los primeros preceptores tuvieron que enfrentar penurias, ignorancia e inestabilidad política, no obstante que ayuntamientos, juntas de instrucción pública y vecinos notables e ilustrados hacían enormes esfuerzos por lograr que la educación llegara a todos sin distingo de clases. Por ejemplo en Colima, lugar apartado del centro y de difícil acceso, que lo mantenía en una situación de abandono y a pesar de ello también hizo el esfuerzo por llevar la educación, al menos rudimentaria, a la mayoría de sus pobladores.
 
PROCESOS DE ESCOLARIZACIÓN EN LOS INICIOS DEL SIGLO XX. LA INSTRUCCIÓN RUDIMENTARIA EN MÉXICO
La escolarización de masas fue un asunto público que ocupó la atención de intelectuales, políticos y pedagogos en la transición del siglo XIX al XX. La obligatoriedad de la enseñanza representó un paso importante aunque insuficiente: más de 50 por ciento de la población en edad escolar seguía siendo analfabeta y la oferta educativa se concentraba en las ciudades en un país donde 70 por ciento de la población vivía en el campo. En el proceso de construir la escolarización pública de masas se traza una curva de pensamiento que muestra replanteamientos en las concepciones sobre el pueblo y las formas de vincularlo con el desarrollo de la nación. La instrucción rudimentaria de principios del siglo XX y propone que esta experiencia de escolarización preparó para una ruptura relativa en la constelación de ideas sobre quién es el pueblo y cómo educarlo entre finales del XIX y la escuela rural que despunta en la posrevolución.
 
LA EXPANSIÓN DE LA ESCOLARIZACIÓN DESDE MEDIADOS DEL SIGLO XX
 El nivel educativo alcanzado por adultos de distintas edades permite saber qué porcentaje de la población terminaba los estudios décadas atrás. Además, ayuda a conocer la historia de los sistemas educativos en América Latina y a reconstruir el ritmo de expansión de la oferta primaria y secundaria. Los mapas que se muestran a continuación pueden ayudar a comprender esta expansión y pueden ser leídos de dos modos. El primero de acuerdo al nivel de escolarización alcanzado por cada país; a medida que va avanzando el nivel el color del país se oscurece. El segundo modo apunta a la diversidad; a través de la variedad de colores presentes se ve si el panorama latinoamericano en ese momento histórico tiende a ser homogéneo o heterogéneo.
 
LA ESCOLARIZACIÓN OBLIGATORIA EN EL SIGLO XXI
En escuela y sociedad existen diferentes puntos de vista o contradicciones, en las relaciones entre la educación y la sociedad. El fracaso escolar se apunta como el hecho que mejor explica la función legitimadora de las diferencias entre los grupos sociales. El papel de las escuelas en las sociedades de capitalismo avanzado se señala como de complicidad silenciosa o de conformismo colectivo en lugar de revelarse contra las diferencias que el propio sistema escolar genera. Se señala a la Psicología como la ciencia que mejores servicios ha prestado a las sociedades modernas, y a la domesticación escolar, lo que explicaría su relevante papel en las mismas. La transmisión de la ideología dominante en las escuelas parece ser un hecho común y una referencia obligada en todos los países a través del estudio y conocimiento oficial establecido en un currículum común. Se señala también un fuerte incremento de la escolaridad en las funciones de guarda y custodia de los niños, lo que no supone problemas en las primeras edades, pero es un hecho que se convierte en una perversión del sistema con los adolescentes que no quieren asistir al centro, lo que provoca situaciones de violencia en unos casos, y en otros de insustancial entretenimiento. Otro problema de la escolaridad obligatoria se centra en el tema de la inmigración; la existencia en los centros, fundamentalmente públicos de una gran variedad de razas, culturas y religiones. Salta a vista la falsedad del discurso educativo vigente que adopta los postulados idealistas del valor de la diversidad, considerando a la educación el principal motor del cambio social, mientras que paralelamente en la práctica real se impone la correlación entre lo que tienes y lo que vales. Los libros de texto como mediadores curriculares se seleccionan más por su potencia de marketing que de contenidos, contribuyendo de manera decisiva a la uniformidad en los métodos didácticos y en los contenidos que se enseñan. La relativa participación de las familias, los alumnos y el profesorado en la enseñanza de los valores escolares muestra poca efectividad y culpa al profesorado de seguir las políticas neoliberales, que le parecen las culpables de la mayoría de los males que padecen las escuelas. Se ponen en duda los modelos actuales de escolarización partiendo de una crítica al actual modelo de escuela graduada por regresiva, ya que el conocimiento hoy no se encuentra en absoluto en el sistema educativo. Pretende que todos tengan una visión reflexiva y sumamente crítica de la educación.

                                  EL LAICISMO EN LA EDUCACIÓN.

 
En México la educación laica, entendida como el desarrollo de una actividad docente que prescinde de la instrucción religiosa, se fraguó en los comienzos del siglo XIX mediante la acción de la corriente liberal. Valentín Gómez Farías, José María Luis Mora, Ignacio Ramírez, Melchor Ocampo y Benito Juárez primero y Justo Sierra, Gabino Barreda y Manuel Baranda después, sentaron las bases de la separación entre la escuela y la iglesia: La libertad de enseñanza proclamada en la Constitución de l857 tuvo el sentido de romper con el monopolio que el clero ejercía en el territorio educativo para abrir paso al establecimiento de escuelas particulares laicas y a la inicial construcción de un sistema educativo público.
El debate sobre la educación laica en el Congreso Constituyente de l9l6-l7 y en fechas posteriores estuvo marcado por la respuestas radicales a la beligerancia del Clero político y de las fuerzas más conservadoras que pretendieron incluso desconocer la recién promulgada carta magna. Los brotes de educación antirreligiosa que ello produjo pronto fueron sustituidos por posiciones alternativas que pugnaban por una educación socialista. Pero en l946 se llegó a la redacción de un texto constitucional (Art. 3o.) que mantuvo como eje de los contenidos educativos el resultado del conocimiento científico y la lucha contra la intolerancia y los fanatismos y que, además, definió a la educación pública como democrática y gratuita.
Al triunfo del gobierno de Vicente Fox apoyado por fuerzas de derecha, éstas han reclamado una vuelta a los privilegios de que dispuso el clero para impartir educación religiosa en las escuelas. Esos sectores, a nombre de una libertad de creencias mal entendida, demandan que en particular la religión católica y el clero que la representa ocupen un sitio destacado en los programas de estudio y en la dirección educativa. Con esas posiciones, en vez de convalidar la pluralidad que se ha naturalizado en las esferas política y cultural pretenden regresar a etapas superadas en el país y en el mundo.
Las nuevas autoridades educativas hasta ahora han declarado que respetan la educación laica, si bien este tema no está siquiera enunciado en el Plan Nacional de Desarrollo; por otra parte hablan de una revisión en los programas y en los libros de texto que, si no son bien conducidas, podrían alterar de manera negativa los contenidos de la educación pública. En este punto hay que recordar que las reformas al artículo tercero de la constitución promovidas por el gobierno de Carlos Salinas incluyeron una, que en su momento no fue suficientemente debatida y que se refiere a las facultades expresas que adquirió de modo particular el poder ejecutivo y no el estado ni el gobierno en su conjunto para determinar los planes y programas escolares. Por ello y como parte de la reforma del estado en el renglón educativo, es imprescindible implantar una forma de gestión de la educación pública basada en un consejo nacional surgido a propuesta de los grupos parlamentarios y no en un simple con clave de autoridades como lo proponen los diputados del PAN. Este órgano tendría la responsabilidad de procesar los cambios necesarios a los contenidos del sistema educativo. Una de sus responsabilidades sería, también, asegurar el impulso a una educación pública de calidad, democrática, laica y científica.
El laicismo, en tanto principio elemental que salvaguarda la autonomía de las actividades humanas, debe mantenerse en la escuela y en la sociedad toda. Esto supone que en la enseñanza pública no puede ni debe incorporarse la enseñanza o práctica de culto alguno.
En efecto, es inadmisible volver a una escuela parroquial que invocando datos censales sobre el credo mayoritario, pretenda imponer el predominio de la religión católica. En primer lugar ninguna Iglesia puede proclamar su hegemonía. Hay muchas iglesias y uno de los rasgos destacados de la contemporaneidad es el reconocimiento de todas sin ventaja de ninguna. Por otra parte, la manera como los creyentes asumen su idea de la religión es variada en extremo. Así pues, la pluralidad implica el respeto a todos y no sólo a un culto.
Debe por tanto mantenerse celosamente la libertad de cultos que implica creer en algo o no creer en nada o, incluso, asumir una posición de escepticismo que es la de mantener dudas sobre el fenómeno religioso.
 
Un laicismo moderno debe superar cualquier posición beligerante en torno a las creencias religiosas, pero está obligado también a mantener una convicción firme en la defensa del conocimiento científico y del respeto a quienes no profesan ninguna religión. Esto último debe manifestarse no sólo en la educación sino en todas las esferas de la vida pública.
La educación laica no debe suponer ni la carga antirreligiosa ni la neutralidad. Si bien es clara la separación absoluta entre los contenidos escolares y cualquier culto religioso, no debe negarse a los educandos una elemental y bien graduada información sobre la historia de las religiones y su presencia en el mundo contemporáneo. Ello forma parte de la historia de la cultura y de la geografía humana actual. La mundialización de los conocimientos que exige nuestra época implica que, en igualdad de circunstancias, se exponga ante los alumnos el mapa religioso, antiguo y actual, y que cada una de esas opciones sea tratada con respeto y objetividad. Significativamente, la mejor prevención contra cualquier visión globalizadora arrasante y avasalladora es el conocimiento de las historias y las razones nacionales y locales, incluidos los cultos y creencias.
 
Debe ser parte de nuestra educación el conocimiento de la raíz judeocristiana que está en la base de nuestra cultura, pero también debe existir un espacio creciente para el conocimiento de las religiones y creencias de los pueblos prehispánicos. El budismo, el islamismo, el confucianismo y otras religiones importantes por el número de sus adherentes y por el papel que sus pueblos han jugado en la historia, deben formar parte de los contenidos escolares.
Pero no sólo eso. Es necesario que, muy lejos de la estrecha y dañina concepción escuela-parroquia, se acredite una visión ecuménica, en el sentido originario e histórico de la palabra: universal, como base de la educación de nuestro tiempo.
También es pertinente reivindicar el sustrato humanista de la mayoría de las religiones. Encontrar y resaltar los valores comunes en ellas y hoy vigentes es abrir puertas a la comprensión y a la fraternidad.
En suma, un laicismo moderno implica afirmaciones más que negaciones, inclusiones más que exclusiones. Pero su base es clara: la educación debe estar fincada, esencialmente, en los resultados del conocimiento científico y en el resguardo de los valores democráticos y éticos que comparte la humanidad.
 


EN EL UMBRAL DEL SIGLO XXI: GLOBALIZACIÓN, NEOLIBERALISMO, SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO Y EMERGENCIA DE NUEVOS MODELOS EDUCATIVOS. (MODELO POR COMPETENCIAS, EDUCACIÓN VIRTUAL CON USO DE TIC, MODELOS AUTOGESTIÓN, )

EN EL UMBRAL DEL SIGLO XXI: GLOBALIZACIÓN, NEOLIBERALISMO, SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO Y EMERGENCIA DE NUEVOS MODELOS EDUCATIVOS. (MODELO POR COMPETENCIAS, EDUCACIÓN VIRTUAL CON USO DE TIC, MODELOS AUTOGESTIÓN, )


1986 surge un periodo de cambio de gobiernos de política económica llamados tecnócratas o neoliberales, teniendo como primordial característica el impulso de la economía de Libre mercado. Teoría económica que busca la ruptura de aduanas y la privatización de recursos del estado, además de poner en un lugar menos participativo al gobierno.


Características:
Se da la desregulación de precios, desincorporación de entidades públicas, venta de bienes y servicios a particulares, concesiones de la iniciativa privada, eliminación de subsidios adelgazamiento del aparato burocrático y crecimiento del ejército Industrial


Contras del neo liberalismo
Se genera un mayor número de gastos e impuestos, se da una mayor inflación y sueldos más bajos además de un índice más alto de desempleo.


La globalización ha traído como consecuencia de que todos los países dependan de ellos entre sí, esto ha generado la creación de diversos tratados comerciales, en el caso de México, Carlos Salinas de Gortari busco el TLC.


Ernesto Zedillo busco abrir el mercado a Centroamérica, Sudamérica y la Unión Económica Europea, por lo visto antes, la exportación e importación se abren paso cada día más, esto es bueno para el país exportador, pero para el importador no lo es tanto, mientras un país exporta sin tratados comerciales, tiene que pagar aranceles al entrar el producto al país, además si es por una ruta en la cual pase por otros países de igual forma tendrá que pagar en cada uno de ellos, el producto seria más caro pero el gobierno ganaría mas y el gasto público se elevaría, sin embargo con los tratados comerciales se rompen esas aduanas y el producto entra sin pagar, esto trae que el producto es más barato pero ya no hay dinero para comprarlo, porque el gasto público se redujo y esto causo que hubiera malos salarios.


Otro aspecto es el de ver si los países cumplen con los reglamentos establecidos en cada pacto económico, un ejemplo que afecta a México es que al momento de exportar se tiene que pagar impuestos en Estados Unidos, mientras que cuando entra un producto americano a México este no paga, México pierde día a día por este problema, para fortuna de los mexicanos de clase media y baja, el neoliberalismo no ha penetrado en su totalidad en la economía de nuestro país, luz y fuerza del centro es todavía controlada por el gobierno, y con ellas otras instituciones de importancia, sin embargo, debemos saber que el neoliberalismo es el modelo que se seguirá usando durante mucho tiempo, y es de esperarse que en poco tiempo también estas instituciones sean privatizadas.

Modelo por competencias

Modelo educativo del Siglo XXI Currículo basado en competencias Centrado en el aprendizaje significativo. Se requiere mejorar no una memorización sin sentido de asignaturas paralelas, ni siquiera la adquisición de habilidades relativamente mecánicas, sino sabe-res transversales susceptibles de ser actualizados en la vida cotidiana, que se manifiesten en la capacidad de resolución de problemas diferentes a los presentados en el aula escolar.
No se requiere memorizaciones, aprendizaje repetitivo, aprendizaje sin sentido,
El principio básico del nuevo modelo pone en el centro las preocupaciones, de las intenciones, de las estrategias, de las acciones de la escuela, el aprendizaje de los alumnos. Esto significa que los alumnos consigan aprendizajes significativos, situados, transferibles; y este resultado se produce cuando se generan las condiciones para que el alumno construya su propio aprendizaje.


Y por esto se justifica que en la escuela se busca cambiar para elevar la calidad de la docencia, del aprendizaje y, a fin de cuentas, la formación profesional y personal de los alumnos. Se quiere tener aprendizaje: reflexivo, Significativo y Transferible .Para ello se está haciendo revisión y rediseño del plan curricular y de los programas de estudio bajo el modelo de competencias centrado en el aprendizaje que propicie aprendizaje significativo.


Un aprendizaje es significativo es cuando una nueva información (concepto, idea, proposición, ley, principio, teorema) adquiere significados para el aprendiz a través de una especie de anclaje en aspectos relevantes de la estructura cognitiva preexistente del individuo, o sea, en conceptos, ideas o proposiciones ya existentes en su estructura de conocimientos (o de significados) con determinada claridad, estabilidad y diferenciación.


Las condiciones necesarias para el aprendizaje significativo son: el alumno debe tener una disposición favorable (estar motivado). El alumno debe poseer los aprendizajes previos. Las actividades deben estar bien orientadas a procurar el establecimiento de relaciones claras y firmes entre el nuevo material y los anteriores que ya posee el alumno. Debe existir la retroalimentación de la práctica.


De esta manera el alumno aprende: A saber (Conocimientos) A hacer (Habilidades) A aprender (Estrategias) A ser (Persona)..


Estrategias de educación virtual apoyadas en el uso de TIC.


La estrategia es un conjunto de las directrices a seguir en cada una de las fases de un proceso. Guardan estrecha relación con los objetivos y con la planificación concreta. Estimulan el desarrollo de las capacidades físicas, intelectuales y sociales. Buscan ajustar los programas y recursos metodológicos a las características individuales de cada estudiante.


La educación virtual es una oportunidad de aprendizaje que se acomoda al tiempo y necesidad del estudiante. Facilita el manejo de la información y de los contenidos, está mediada por las tecnologías de la información y la comunicación las TIC proporciona herramientas de aprendizaje más estimulantes y motivadoras que las tradicionales.


Son una fuente general de información, herramienta de investigación e interacción entre personas y contenidos. Facilita el desarrollo de un proceso de aprendizaje cooperativo. Se centra en la búsqueda, tratamiento, procesamiento y presentación de la información.


Las herramientas básicas del aprendizaje colaborativo Facilitan las tareas comunes del grupo, Calendarios electrónicos, gestión de proyectos, wiki y redes sociales.

Modelos autogestivos


El modelo utogestivo escolar es el sistema que implementa la fundación para generar en las escuelas una participación social organizada y el logro del mejoramiento académico.


Funciona a través del acompañamiento especializado y la capacitación para lograr la promoción de la participación social organizada, el fortalecimiento del Consejo Escolar de Participación Social y la adecuada relación entre los principales órganos de la escuela, quienes aplican los estándares de desempeño, que son parámetros que sirven para la transformación del colectivo escolar hacia una comunidad educativa de excelencia con autonomía de gestión.


Estándares:
1. Gestión Escolar
2. Desempeño del Docente en el Aula
3. Desempeño Curricular

Con ellos se mide el desempeño:
 De la escuela
 De los directores
 De los docentes y de los alumnos.

LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX :CRISIS ECONÓMICAS,MOVIMIENTOS SOCIALES Y REFORMAS EDUCATIVAS



MÉXICO ANTE LA CRISIS ECONÓMICA DE 1982


En 1977 López Portillo establece un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) comprometiéndose a "limitar el endeudamiento público, reducir el medio circulante, restringir el gasto público, fijar topes a los aumentos de salario, liberalizar el comercio exterior y limitar el crecimiento del sector paraestatal de la economía".

Sólo durante un año el gobierno mexicano cumplió con lo pactado pues con el descubrimiento de los yacimientos petroleros, la política económica sufrió considerables modificaciones; por ejemplo en el tema de las inversiones el Estado orientó sus esfuerzos en la construcción de una infraestructura petrolera.

Con la mina de oro que representó el petróleo para México, el gobierno creyó haber encontrado el fin de las penurias económicas, al menos así lo reflejó el intenso crecimiento económico que se experimentó a partir de 1978 y que duró hasta los inicios de la década de los 80. Esta mejoría fue lograda en gran medida a la exportación del petróleo en crudo, actividad que ocupó el lugar central de la economía mexicana a finales de los 70 ya que atrajo más de la mitad de la inversión pública, secundándola el área de servicios turísticos y urbanización.

Pero a pesar de la recuperación el fenómeno no benefició directamente a la población, pues sus salarios se mantuvieron sin grandes modificaciones, peor aún, a éstos se les impusieron los llamados topes salariales, que según la versión oficial, no perjudicaban gravemente a los asalariados, pues se había incrementado la oferta de empleos.

La reacción natural a este hecho fue, entre otras, la migración hacia Estados Unidos lugar donde podrían obtener los recursos suficientes para allegarse de bienes materiales. El perfil de los inmigrantes era el de una mayoría masculina que tenían entre 16 y 30 años, cuyo estado civil era de soltero, es decir, el sector con mayor capacidad productiva que no encontraba en su país empleos bien remunerados, pues en México durante 1978, el salario mínimo se mantuvo en 107.11 pesos registrando un ascenso de 15.96 en 1979. Respecto a la economía nacional, la exportación de petróleo había permitido mantener cierto equilibrio, pero la situación se agravó pues no sólo aumentó la captación de recursos ya que la deuda externa de representar 37 mil millones de dólares en 1978, pasó a 71 mil millones de dólares en 1981. Dicho incremento se presentó gracias al alza en los intereses, que tan sólo con el aumento de éstos del 1%, México tenía que pagar anualmente por concepto de intereses 323 millones de dólares. Cabe hacer la observación que el nivel de endeudamiento se elevó tanto por que se legó el plazo de los vencimientos de los préstamos obtenidos a partir de la crisis de 1976.

Esta situación aunada a la disminución de cuatro dólares por barril, provocando que en 1982, México recurriera nuevamente al préstamo externo con el fin de frenar la fuga de capitales y cubrir el servicio de la deuda externa, sólo que ahora el vencimiento de los créditos era a corto plazo. Entre las consecuencias que trajo consigo, encontramos que, el dólar duplicó su valor ante el peso y se nacionalizó la banca pues se le culpó de la fuga de capitales, provocando de esta manera una severa crisis económica. Al respecto el gobierno mexicano activó mecanismos para renegociar la deuda externa, evitar paros laborales, la fuga de capitales y desempleo; con lo que respecta a la deuda, el Secretario de Hacienda Jesús Silva, logró una prórroga en el pago que para entonces era calculada en 60 000 millones de dólares. En esa ocasión también se acordó la ampliación de exportación de petróleo tipo istmo hacia EU, con el cual se cubriría el anticipo de 1,000 millones de dólares que entregó la secretaría de Hacienda de EU, este contrato se firmó como parte del programa que se elaboró para contar con recursos en dólares.

En este mismo sentido el Banco Internacional de Pagos, en Suiza, le otorgó a México un total de 1,850 millones de dólares puestos a disposición del Banco de México para hacer frente a la grave crisis financiera. Por otra parte el gobierno autorizó el incremento del salario aunque un sector considerable de la sociedad tenía que enfrentar el creciente desempleo producido por el cierre de diversas empresas, que tan sólo en el ramo de las maquiladoras fue de 1620. Para los empresarios el alza en el salario contradecía la meta propuesta de mantener un tipo de cambio realista y precios estables, de modo que la fuga de capitales se aceleró ante lo que percibían los agentes económicos como un programa de ajuste contradictorio por lo que la fuga de capitales continuó su tendencia ascendente.


MOVIMIENTOS SOCIALES
Concluida la Segunda Guerra Mundial, México se alinea ideológica y estratégicamente con la política de Estados Unidos en el contexto de la Guerra Fría. Abandona el proyecto de autosuficiencia y de modelo económico nacionalista. Cierra los internados de Chapingo y el Instituto Politécnico Nacional, varias escuelas normales rurales y reprime a las organizaciones estudiantiles que buscaban democratizar sus espacios educativos. Modifica la orientación socialista de la educación por una orientación más liberal. En los niveles medio superior y superior se deja el modelo que buscaba privilegiar el desarrollo y la ampliación de la matricula de educación superior a los sectores marginados y prioriza el apoyo a las carreras liberales por sobre las técnicas. Para controlar los movimientos sociales, fue incorporado en 1941 y reformado en 1951, el delito de disolución social en el código penal y se encarcela bajo estos cargos a los primeros presos políticos. Es entonces cuando emerge la resistencia estudiantil y obrera. Las organizaciones estudiantiles se fueron fortaleciendo en su lucha a lo largo de la década de los 60. Cuando la represión gubernamental se extiende contra otros grupos como el movimiento nacional de huelga de médicos en 1965, la protesta estudiantil también rebasa los recintos escolares.

El Movimiento Estudiantil de 1968 es uno de los acontecimientos sociales más significativos de la historia contemporánea de México. Su orientación crítica estuvo dirigida a un modelo de gobierno marcado por el autoritarismo. Las razones para recordarlo son múltiples por una parte, su impronta política y su mitología ya forman parte de la sangre intelectual de nuestra cultura y, por otro lado, su espíritu transformador debe ser reconocido como un valioso núcleo de energía renovadora y una fuente de inspiración para comprender y estimular los cambios que demanda la sociedad mexicana.



REFORMAS EDUCTIVAS


El desarrollo del sistema educativo nacional (SEN) puede periodizarse en tres grandes etapas:

  • Un período de institucionalización (1920-1940)
  • Un período de crecimiento acelerado y diferenciación del sistema (1940-l980)
  • Un período reciente de estancamiento (década de los 80).


La primera de estas etapas se caracterizó por la creación de un sistema de educación básica, de carácter único, nacional, centralizado y homogéneo. Sus dos principales tareas fueron: abatir los altos índices de analfabetismo (alrededor del 70 por ciento tras la Revolución), llevando la escuela a los sectores mayoritarios del país e identificar a los diferentes grupos (clases, etnias, comunidades, etcétera) con el naciente estado pos revolucionario, es decir, integrar a la nación mediante la promoción de una cultura nacional única para todos los mexicanos (lenguaje, símbolos, etcétera).

EL “MILAGRO MEXICANO” Y EL PLAN DE 11 AÑOS.

EL “MILAGRO MEXICANO” Y EL PLAN DE 11 AÑOS.

A partir de 1940 México inicio una etapa llamada el milagro mexicano, esta etapa se caracterizó por ser de un crecimiento sostenido y fue el cambio hacia la formación de una nación moderna e industrializada.
La segunda guerra mundial dio un gran estímulo al crecimiento de la economía mexicana. De 1940 a 1956 se da en México un período de crecimiento hacia afuera, basado en el dinamismo del sector primario. Esta política puede definirse como crecimiento sin desarrollo, ya que el número de industrias del país aumentó, pero sin la base sólida que es la libre competencia, que le permitiera desarrollarse económicamente.
Durante el mandato de Ávila Camacho (1940-1946) se observó una notable estabilidad política y un crecimiento económico.  Entre 1940 y 1945, el PIB creció a un ritmo de 7.3 por ciento, índice nunca antes alcanzado en la etapa postrevolucionaria. Los regímenes presidenciales de Manuel Ávila Camacho y Miguel Alemán Valdés proporcionaron los medios para alentar el crecimiento económico, la consolidación del mercado interno y la inserción de México en la economía mundial.


La actividad industrial registró un vigoroso crecimiento. La tasa de crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto) alcanzó entre 1947 y 1952 un promedio anual del 5.7%, con un gran crecimiento en la producción de la energía eléctrica y el petróleo y también de la industria manufacturera y de construcción.
De 1956 a 1970 la economía mexicana gira ciento ochenta grados, creciendo hacia adentro, vía la sustitución de importaciones; es decir, México debía producir lo que consumía. La economía mexicana estuvo basada en el dinamismo del sector industrial, contrayendo la estabilidad de precios y ajustándose a los problemas productivos y financieros por los que pasó el país. El crecimiento industrial en el período 1940 -1970 mantuvo un ritmo de crecimiento sostenido aunque basado en un mercado cautivo que le proporcionaba la política proteccionista diseñada por el Estado, situación que trajo como consecuencia el desarrollo de empresas sin competitividad con el exterior, que les impidió consolidarse a través de la exportación hacia mercados extranjeros; condición que impediría la creación de una verdadera industrialización moderna e independiente que contribuyera el desarrollo social del México pos revolucionario.
 Plan de 11 años
Aunado a los diferentes tipos de educación que se implementaron y a las reformas educativas elaboradas, uno de los proyectos reconocidos que tuvieron el objetivo de mejorar el nivel educativo, es el emprendido durante el periodo presidencial de Adolfo López Mateos. El origen de este proyecto se da, ya que cuando el asciende al poder en 1958, el país había pasado por un periodo en el que se comenzó a tener un importante desarrollo en cuanto al ámbito industrial, lo cual estaba favoreciendo la economía y las condiciones de vida de la población, pero a la vez se veía necesario un número mayor de personas que fueran técnicos, obreros y profesionistas, pero contar con un población que desempeñara estas funciones era algo difícil, pues la educación de esta época era de muy bajo nivel, además que la explosión demográfica había aumentado y no permitía que se dieran los servicios que la población requería, los esfuerzos de gobernantes y educadores habían quedado rezagados, pues el analfabetismo ascendía, el número de escuelas seguía siendo insuficiente y cada año, habían niños en edad escolar que quedaban sin escuela, los índices de reprobación, principalmente en las áreas rurales, eran también preocupantes.
Por lo que este presidente reconoció que la educación pública debería ser una de las prioridades de su gobierno, buscando adecuarse a las necesidades del desarrollo económico del país que demandaba un número creciente de mano de obra calificada. Por ello, Jaime Torres Bodet fue llamado para ocupar la cartera de Educación, y se propusieron como objetivo ampliar las oportunidades de educación y mejorar la calidad de la enseñanza y para llevarlo a cabo esto y decidir atacar el problema,
Se presentó una propuesta: el Plan Nacional de Expansión y Mejoramiento de la Enseñanza Primaria. El cual tenía como propósito garantizar, en un plazo de once años, la enseñanza elemental a todos los niños entre los 6 y los 14 años que tuvieran posibilidad efectiva de asistir a la escuela y no la recibían por falta de aulas, de grados escolares, de maestros o por cualquiera otra razón de orden escolar.
Esta propuesta, conocida como el Plan de Once Años, fue aprobada el 1° de diciembre de 1959.


Los trabajos se iniciaron de inmediato, y para comenzar con el trabajo era necesario contar con datos cuantitativos, y el no tenerlos, se tuvo que partir de los datos del censo de 1950, y al haber transcurrido ya 9 años, estos datos ya no eran tan confiables y se decidió entonces recabar información por medio de muestreos, y se dieron cuenta que en la escuelas primarias existía un índice elevado de deserción escolar.
Ciertamente este proyecto no era la solución definitiva a la demanda cuantitativa de la educación primaria, pero era una determinación realista aunque también más difícil de precisar, las autoridades estaban conscientes de que aún proporcionando los maestros y aulas necesarias, difícilmente podrían disminuir, en poco tiempo, los índices de deserción ante las graves carencias de muchas familias. Por lo que cumplir con la meta, significaba solucionar dos grandes carencias: la falta de maestros y la escasez de aulas, y además de que se necesitaba un alto costo económico, el aspecto humano representaba un reto mayor, porque se requeriría el mismo número de nuevas plazas para maestros. Y el número de egresados de las Escuelas Rurales, urbanas y no correspondían a los requerimientos del Plan y muchos de los que formaban parte del magisterio no tenían la preparación necesaria. Por lo que también se veía indispensable elevar el rendimiento de las Escuelas Normales, ampliar el número de plazas.
Con este plan, el gobierno había llego a asignar el porcentaje más elevado del presupuesto federal a la educación, se había logrado un importante incremento en la matrícula de educación primaria, el programa de construcción de planteles escolares había logrado levantar cerca de 24,000 aulas, las oportunidades de trabajo habían propiciado un incremento en la solicitud de inscripción en las Escuelas Normales las cuales vieron aumentar su matrícula, Sin embargo como México tenía por entonces una de las tasas de natalidad más altas del mundo, el crecimiento de la población continuó trastornando todos los cálculos hechos por la Comisión. Los principales beneficios de este plan fueron, el aumento considerable en la matrícula de las escuelas primarias, la enseñanza media empezó a tener mayor demanda como servicio urbano. Las oportunidades se ampliaron en el interior de la República. Ya no se trataba únicamente de aumentar el deficiente número de planteles secundarios sino de abrir nuevas opciones para la formación de técnicos y especialistas que requería el desarrollo económico del país. Asimismo, se fueron incrementando, paulatinamente, las restringidas alternativas a nivel superior con la creación de nuevas universidades e institutos de educación superior. Con este esfuerzo, a mediados de los años setenta, México había logrado una notable expansión del sistema educativo nacional para integrarse, con paso firme, a un mundo en constante proceso de modernización.
El lograr la permanencia de los alumnos hasta el sexto grado, era indudablemente más difícil de alcanzar, ya que la deserción escolar seguía siendo uno de los graves problemas que enfrentaban las autoridades, se había logrado una ligera mejoría en los índices de retención y aprobación, pero la eficiencia terminal del sistema primario continuaba baja. El Plan de Once Años continuó su marcha, aunque aun en la administración de Gustavo Díaz Ordaz y un presupuesto menor afectó el programa.
Para 1970, año en que debería de concluir el proyecto, no había sido posible alcanzar las metas

EL GOBIERNO DE MANUEL ÁVILA CAMACHO

EL GOBIERNO DE MANUEL ÁVILA CAMACHO Y EL PROYECTO DE UNIDAD NACIONAL.


Su gobierno colaboro con E.U.A y aliados en contra del eje(Alemania, Italia, Japón),por el hundimiento de dos barcos petroleros de parte de los alemanes en aguas del golfo de México y en 1942 se da una guerra por este motivo.
Jaime Torres Bodet quien fue el encargado de elaborar un nuevo texto para el artículo 3° constitucional (1946) del cual elimina el termino socialista e incorpora principios de educación humanista, integral, laica, nacional y democrática que debía colaborar a desaparecer discriminaciones y privilegios, además que se orientaba al respeto de la dignidad humana, integración familiar, independencia política y solidaridad internacional, de igual forma retomo e impulso una campaña alfabetizadora.
El trabajo de Jaime Torres Bodet siguió demostrando una lucha por el desarrollo educativo en el gobierno de Adolfo López Mateos en el que logro repartir desayunos escolares por todo la republica con apoyo de instituciones de apoyo a la infancia y voluntariado nacional, logró editar y distribuir libros de texto gratuito a nivel primaria, implemento la educación preescolar, promovió la formación y titulación del magisterio en servicio entre otras cosas.
 Se dio énfasis en la educación urbana para apoyar el progreso de la industrialización (asunto que provoco que la educación rural e indígena y de sectores urbanos marginados fuera poco efectivos para resolver problemas involucrados en estas poblaciones).
 Lamentablemente a pesar de las propuestas y acciones de este periodo a finales de los años 50 el rezago educativo era impresionante.
Durante el siglo XX se buscaba que la educación alcanzara cobertura a nivel primaria para la mayoría de los mexicanos, se ha fortalecido el sistema educativo a partir de cambios institucionales.

Unidad nacional es entonces un proyecto nacional que toma como puntos relevantes para el progreso del país los siguientes temas:
1.-Énfasis en la educación urbana para apoyar el progreso de la industrialización (asunto que provoco que la educación rural e indígena y de sectores urbanos marginados fuera poco efectivos para resolver problemas involucrados en estas poblaciones).
2.-Alcanzar estabilidad, institucionalizando la transmisión y el ejercicio del poder.
3.-Establecer la base de una economía mixta en donde participen sectores privados y públicos.
4.-Formación de clases medias y la búsqueda de que existiera movilidad dentro de la sociedad.
J.Torres Bodet retomó e impulsó una campaña alfabetizadora, se crearon nuevas instituciones a base de las demandas de la población, surgieron varias comisiones para renovar planes de estudio, se promovió la enseñanza técnica, se impulsó tarea editorial, mantuvo restringida la participación de grupos religiosos y ministros de culto dentro de la educación y un régimen de excepción para la enseñanza privada (restricciones que después se reprimieron en las reformas de 1991-1992).


SIGLO XX




La revolución mexicana y los nuevos proyectos educativos: la refundación de la universidad nacional, la creación de la sep. La casa del pueblo, la escuela rural mexicana, la creación de las normales rurales, las misiones culturales, la educación socialista, el instituto politécnico nacional y otras instituciones.
La Revolución Mexicana había heredado del porfiriato a un número extremadamente alto de analfabetas, resultado de las políticas educativas del gobierno de Díaz y de sus antecesores con respecto de la instrucción pública. Los gobiernos de la Revolución se encargaron de llevar a cabo campañas para educar a obreros y a campesinos como un medio para transformar la estructura social del país, promover el desarrollo nacional y formar una clase trabajadora que sirviera de sostén al proyecto modernizador mexicano, todo lo cual tomó años y un gran esfuerzo para ser hecho realidad.La fundación de la universidad nacional:
En el proyecto, las escuelas nacionales se incorporarían a la universidad: La nacional preparatoria, la secundaria de mujeres, la de bellas artes, la de comercio, la de ingenieros, la de medicina, la de jurisprudencia y la nueva escuela normal de altos estudios. Un jueves 22de septiembre de 1910 en presencia de Porfirio Díaz, se inauguró la Universidad Nacional de México en el nuevo anfiteatro de la misma preparatoria nuevamente justo sierra pronuncio un discurso ante una concurrencia que incluía invitados de diversas universidades del mundo.

La creación de la sep:
El 22 de octubre de 1921 la creación de la SEP. En el régimen de Álvaro Obregón (qué había sido suprimida en el gobierno de Carranza). Su principal promotor fue José Vasconcelos, quien se convirtió en su primer Secretario, la concibió como una forma de federalizar la educación, incorporándola al proyecto nacional obregonista de modernidad y estabilización el modelo educativo mexicano comenzó a tener forma.
Sus tres primeros departamentos:
Departamento Escolar: en el cual se integraron todos los niveles educativos, desde el jardín de niños, hasta la universidad.
Departamento de Bibliotecas: con el objetivo de garantizar materiales de lectura para apoyar la educación en todos los niveles.
Departamento de Bellas Artes: para coordinar las actividades artísticas complementarias de la educación.
La casa del pueblo:
En 1923 nació de manera oficial la Casa del Pueblo. Estas casas eran espacios donde se reunían los maestros rurales, los maestros misioneros, los estudiantes, campesinos y la comunidad en general.
Eran espacios que podían ser la casa de algún habitante de la comunidad, la plaza del pueblo, algún lugar prestado por la presidencia municipal; incluso, la sombra de un árbol servía para estas reuniones. Eran escuelas ambulantes, encargadas de mejorar a los maestros en su servicio y promover el mejoramiento económico y social de las comunidades. Pero se necesitaba que los maestros fueran permanentes y le dieran estabilidad a la actuación de la misión.

La creación de las normales
Las escuelas normales rurales originalmente planteadas como escuelas rurales regionales o centrales agrícolas, forman parte del principal proyecto de reforma educativa propiciado por los gobiernos pos revolucionarios en México cuyo principio sigue siendo la socialización de la educación en el ámbito rural mexicano así como propiciar la concientización y participación social de quienes se forman en estos planteles que desde sus inicios adoptaron el esquema de la defensa de la educación pública como un derecho popular y sobre todo como un derecho de los más pobres, empleando la educación como una herramienta fundamental para el entendimiento de la realidad social y la posibilidad de su transformación.
Atendiendo las necesidades educativas de las comunidades más marginales del país (principalmente la necesidad de maestros para la enseñanza primaria en las regiones más pobres) se priorizó la formación de maestros campesinos que a su vez pudieran educar a los hijos de los campesinos.

Desde su primera instalación en 1922, las Escuelas Normales Rurales no fueron ajenas a las condiciones sociales y económicas particulares de cada lugar, y por ello los planes y programas de estudio fueron adecuados a la realidad asumiendo un papel de compromiso y solidaridad con los más necesitados. El principal requisito para ingresar a estudiar en una normal rural es no contar con los recursos suficientes como para aspirar a una educación en las universidades oficiales o estatales, en pocas palabras “ser pobre”. Así, estas escuelas también se caracterizan por formar maestros rurales con vocación de apoyo; un maestro rural es entre otras cosas, agricultor, médico y amigo del pueblo.


Escuela rural mexicana:
Durante el gobierno de Plutarco Elías Calles en 1925 se inician las escuelas rurales, eran escuelas agrícolas, mineras y navales dadas principalmente a indígenas.
Lo que se pretendía era proporcionar a la población rural, a través de la educación, los elementos necesarios y adecuados que les permitiera, en su propio medio y en sus actividades económicas locales, rebasar la pobreza económica, social y cultural.
En una primera instancia, tras una capacitación, se echó mano de maestros voluntarios, ya que su labor no se concretaría únicamente a enseñar a leer y escribir y practicar las operaciones fundamentales a los niños sino también proporcionar una serie de conocimientos a los adultos que pudieran elevar su calidad de vida, por lo tanto los maestros deberían conocer e identificarse con el medio físico de la población en donde prestarían sus servicios y de la problemática que pudieran presentar, es decir, involucrarse en la vida económica, social y cultural de la comunidad.
El éxito obtenido en las escuelas rurales las transformó en las casa del pueblo, en otras palabras, la actividad escolar, incluida la educación de los adultos, salió de los muros escolares hacia la comunidad y ésta entró a su vez a los recintos escolares, naturalmente el maestro rural era el eje alrededor del cual giraba la transformación socio-económica y cultural de la comunidad, el maestro era el promotor social por excelencia.
 Las escuelas rudimentarias:
El 30 de mayo de 1911, el congreso aprobó un proyecto de ley por el cual el gobierno de la república aceptó por primera vez la responsabilidad económica de la educación fuera del Distrito Federal y así como la de los territorios, lo que marca una verdadera etapa de la historia de la educación pública en México. Dicha ley autorizó al ejecutivo federal para fundar en toda la república escuelas de “instrucción rudimentaria” que tenían como finalidad “la enseñanza para hablar, leer y escribir castellano y ejecutar operaciones fundamentales y más usuales de la aritmética”. Durante el gobierno de Madero, el subsecretario de educación, Alberto J. Pani, realizó una encuesta en la que afloraron los siguientes problemas: La heterogeneidad étnico-lingüística de la población, la insuficiencia presupuestal, la deficiencia técnica del programa. Con relación al primer inciso, se criticó que, para educar a los indígenas, los maestros tuvieron que aprender la lengua de sus discípulos. Se opinó que esta medida contribuiría a fortalecer las lenguas nativas, ignorando el castellano en perjuicio de la integración del país a través de una lengua nacional. El segundo aspecto, reflejaba el poco interés y también la reducida capacidad de los gobiernos estatales y municipales de la época, para impulsar a la educación. En el tercer aspecto, las objeciones se referían al énfasis puesto en el conocimiento teórico desvinculado del desarrollo económico del país. No obstante el resultado de la encuesta y la reducida aplicación de la ley de escuelas rudimentarias, esta fue importante porque contiene algunos elementos que pudieran llegar a considerarse como antecedentes de la escuela rural. Además de las consideraciones anteriormente señaladas, el documento incluye: el concepto de una escuela para la comunidad, que educara a los niños y a los adultos, en torno a los problemas con carácter social, económico y político que padeciera la población. Por otra parte, encontramos también la inclusión de medidas de apoyo social, tales como la idea de distribuir vestidos y alimentos en escuelas rudimentarias, aspecto que trascendía la función únicamente instructiva o informativa de la escuela, para convertirla en un centro de asistencia social.
Las misiones culturales:
Para resolver el problema de la formación y selección de los maestros rurales preparados para difundir a toda la población el proyecto político de la revolución mexicana, la secretaria de educación estableció una modalidad educativa denominada misión cultural, cuyo objetivo fundamental fue el de mejorar la preparación de los maestros rurales en servicio. A este proyecto se le denominó misiones culturales, por la mística que se pretendía inspirar a los encargados de llevarlo a la práctica. El Secretario de Educación en este tiempo, fue el Lic. José Vasconcelos, iniciador de tan importante tarea.
La educación socialista
Fue el resultado de la reforma constitucional de 1934, constituye a lo largo de la historia de la educación mexicana, un periodo controvertido y polémico debido a la discusión sobre su significado y las diversas modalidades que muestra su aplicación. Analizaremos algunos factores que dieron origen a la reforma del artículo tercero constitucional para darle a la educación una orientación de carácter socialista. Se hará una presentación de los debates que tuvieron lugar en el congreso de la unión y que culminaron con el cambio del texto constitucional. Por otra parte se expondrán las interpretaciones que con relación al nuevo artículo manifestaron el general Lázaro Cárdenas y la SEP, así como los maestros de quienes dependió directamente su aplicación práctica.1934-1940 se da el gobierno de lázaro cárdenas, con él se da la fundación del instituto politécnico nacional, además se da la expropiación del petróleo.
La obra de Vasconcelos tuvo un sentido de reivindicación social, su plan de enseñanza era popular tendía a la educación de multitudes. Había que desatender a las escuelas superiores, aún a la Universidad en provecho de la escuela elemental, de la enseñanza primaria. La federalización de la enseñanza era el medio legal indispensable para dar acción al gobierno en todos los legares del país donde no llegaba la influencia educativa de los agentes locales.