Las escuelas de primeras
letras surgen como instituciones de educación elemental, fueron pensadas a
partir de la necesidad de brindar
educación a los descendientes de los españoles a adquirir nuevas
destrezas y habilidades para poder desempeñarse. Fueron los maestros del
nobilísimo arte de leer y escribir quienes impartían clases a ellos, aunque también
dieron clases los religiosos y particulares.
Surgen profesores de
gramática dedicando gran parte de su tiempo a enseñar a algunos discípulos
lectura y escritura para que más adelante se formaran escuelas para niños.
En 1726 se fundó el Colegio
de la Asunción destinado a la enseñanza de niños pobres que aprendían música y
quedaban al servicio del altar y del coro, se ofrecieron pocas oportunidades en
la época colonial para la enseñanza, existía la opción de mandar a sus hijos
con maestras y maestros particulares para aquellos que tenían el recurso y las
que se vieron poco beneficiadas fueron las comunidades indígenas.
Los maestros estaban
obligados a enseñar lectura y escritura y debían someterse a las
correspondientes ordenanzas, fueron pocos los maestros los que acudieron al
ayuntamiento para refrendar su título y obtener licencia para abrir escuelas
públicas. Surgieron quejas de familias que fueron defraudadas por maestros que
cobraron sus lecciones por adelantado y se ausentaron sin haber dado las clases.
En 1662 la ciudad de Puebla
abrió una escuela Real de Primeras Letras, este establecimiento acogería a
niños de familias pobres.
Los niños pequeños aprendían
a leer por el método de deletreo después de saber reconocer y pronunciar cada
letra del alfabeto y para el siglo XIX se tiene la intención de sustituirlo por
el silabeo.
La enseñanza general de
todos los alumnos se llamaba método simultáneo y la enseñanza por separado era
método individual.
Los cursos para aprender a
leer y escribir estaban separados por razones económicas y pedagógicas, en el
caso de la escritura el papel era escaso y costoso y se requería de que
aprendieran a escribir con una pluma de ave y tinta que muchas de las veces era
de difícil manejo, solo un niño maduro y con buen adiestramiento eran quienes
podían utilizar estos útiles.
La enseñanza durante la
época colonial se caracteriza por la memorización pues se opinaba que las
principales virtudes de los niños debían ser aplicación, la docilidad, la
obediencia y el respeto a sus superiores; cuando los alumnos no se comportaban
el maestro recurría a diversos castigos.
Los maestros preferían los
sitios más céntricos de la ciudad para dar clases cuando surgía un vacante de
este sitio cambiaban de lugar la escuela y solo pagaban los impuestos por el
traspaso.
Diversos acontecimientos en
la época colonial “enseñanza de primeras
letras” cabe decirse que los principales protagonistas son los preceptores
miembros del gremio quienes tenían ciertos privilegios y recibían multas por el
mal uso de su licencia. En 1557 se le da
el cargo al ayuntamiento de expedir y cobrar licencias, los aspirantes a
maestros tendrían que pasar un examen de ante el tribunal designado para tal
fin por el real consejo de castilla y presentar un informe de su vida y
costumbres .En 1586 el virrey Álvaro Manrique dicto una disposición por la que se prohibía el ejercicio del oficio
sin licencia. El castigo para los que incumplieran las ordenanzas era de 100
pesos y pena de destierro de la corte
virreinal por un año.
La enseñanza básica se
formaliza hasta el año de 1601 en una reunión de maestros del gremio para
definir las cualidades que deberían de tener los aspirantes al gremio de
maestros. Fue gran la cantidad de maestros, que ejercían el cargo sin licencia
y no estaban bien capacitados, no usaban el método adecuando para la enseñanza,
de tal modo se hace la petición al cabildo municipal de que se redactaran las
ordenanzas para que solo pudieran dar clases aquellos con la mejor capacidad y
que sean de sangre española, este último se fijo como un requisito pero el
virrey se niega a hacer limpieza de sangre debido a que serian muy pocos los
elegidos y quedarían muchos niños sin maestro. Los veedores y un representante
del gremio tenían que estar presentes en el examen que se les aplicaba a los
que querían formar parte del gremio, el regidor que asistía a los exámenes
era nombrado Juez de Gremios y de
Informaciones de Maestros de escuela; una vez que el aspirante aprobaba el
examen tenía que pagar los derechos de examen. Un maestro agremiado ganaba alrededor de 350
pesos por año.
El ayuntamiento también
otorgaba permisos temporales a maestros a los que se les llamaba “tolerados”
solo hasta que lograran juntar el dinero para presentar el examen, los veedores
junto con el Juez visitaban las escuelas para revisar la calidad de la
enseñanza.
En el siglo XVII surgen
pleitos entre los veedores por lo cual el virrey decide nombrar a un tercero
para dirigirlos y obrarlos nombrado “maestro mayor”.
En 1604 se requirió a los
maestros de Querétaro que se examinen y se pague el impuesto correspondiente.
Clérigos y laicos competían por tener las escuelas ubicadas en los lugares más
céntricos y poblados. En1623 se intenta obligar a los clérigos y a los de
órdenes menores a obedecer las ordenanzas del gremio.
Siglo XVIII los agremiados
nuevamente hacen la petición que retire a los de color quebrado del magisterio tenían como argumento
que estos preceptores arriesgaban la educación moral y religiosa de los niños.
1524 se le conceden ciertos
privilegios a los agremiados de sangre española como poder portar armas
defensivas y ofensivas y traer a cuatro esclavos con espadas todo esto para su
seguridad personal. Se prohibió en poder público encarcelar a un maestro.
Los maestros expresaron su
inconformidad por que su profesión fuese considerada como labor manual como la
de un zapatero o un pastelero constantemente eran nombrados directores,
chichiguas, pilmanes o escueleros a esto le adjuntamos el poco reconocimiento
que les daban los padres de familia por el avance académico que lograban sus
hijos.
Para 1761 había 30 maestros
agremiados, en 1786 había 33 y de ahí en adelante el número de agremiados fue
aminorándose debido a diversos factores como la creación de escuelas gratuitas
de los frailes, el establecimiento de una escuela municipal, y el poco apoyo en
este aspecto por parte del ayuntamiento, once años después de la fundación de
las escuelas pías solo había 5 miembros del gremio. El promedio de alumnos que
tenía una escuela agremiada era de 40 niños en cambio una escuela gratuita o
bien conocida como escuelas “pías” era de 170 alumnos.
Rafael Ximeno (maestro
mayor) envió sus quejas al rey en contra del ayuntamiento de México lo cual las
peticiones no fueron tomadas en cuenta. En 1813 las cortes de Cádiz abolieron
los gremios, y se prohibieron los azotes como castigo ya que se consideraba
incompatible con la dignidad de los hombres libres.
En 1812 se ordena a los
ayuntamientos la creación de escuelas gratuitas en las cuales se enseñaría a
leer y escribir, contar, la doctrina cristiana y así mismo sus obligaciones
civiles.
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